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Bilbao estrenará en dos semanas su primera terraza sobre la ría

Y ahora mis reflexiones:

«Con guiños a esa historia que sirve de resorte« si hubiera servido de resorte, y si fuera un «guiño» habrían convivido la terraza con este basamento del antiguo cargadero. No era necesario destruirlo. Ni siquiera está enfrente del establecimiento que lo ha devastado.

 

«Se trata de una iniciativa pionera a nivel estatal«, porque hasta ahora Costas ha impedido que se establecieran instalaciones fijas y permanentes en los lugares donde se hacen sensibles las mareas, como es esta margen de la ría.

 

Con disposición para veinte o treinta mesas, la terraza de 150 metros cuadrados se alzará sobre nueve pilares que sostendrán unas vigas a las que se atornillará una superficie de madera. El perímetro estará circundado por unos paneles acristalados con imágenes del cargadero. No es colocar un toldo lo que están haciendo, es una ampliación de superficie de negocio en toda regla, y con 150 metros cuadrados de ampliación. Esperemos que en el ayuntamiento de Bilbao lo tengan en cuenta a la hora de cotizar los impuestos inherentes a esta modificación del catastro.

 

Dicen que quieren «rendir homenaje póstumo al Cargadero de Olabeaga, y desde su emplazamiento, erigir otra estructura con distinto cometido pero para eso no hacía falta destruir lo que quedaba. No se llenaba de basura, sino que estaba lleno de vida.

 

«Sin embargo, el joven ingeniero opinó que no tardarán en sumarse iniciativas similares, ya que “los servicios y el turismo han cogido el testigo a nuestro pasado industrial” Esperemos que no sea cierto. Confiemos en que esto sirva de ejemplo de lo que NO hay que hacer con la ría. 

Bilbao estrenará en dos semanas su primera terraza sobre la ría

El restaurante Astillero Euskalduna explotará una iniciativa pionera en el Estado

ANE ARALUZEA – Martes, 31 de Mayo de 2016 – Actualizado a las 06:03h

La plataforma de 150 metros cuadrados se asienta sobre restos del Cargadero de Olabeaga.Foto: José Mari Martínez

La plataforma de 150 metros cuadrados se asienta sobre restos del Cargadero de Olabeaga. Foto: José Mari Martínez

BILBAO – La renovación urbanística de la ribera de Bilbao pasa por fomentar nuevos usos para una ría con un pasado industrial aún muy presente. Con guiños a esa historia que sirve de resorte, aproximadamente en dos semanas la villa podrá inaugurar la primera terraza sobre la ría para disfrute de los ciudadanos. La plataforma, cuya construcción se lleva a cabo en la cota de la acera sobre los cimientos del ya desaparecido Cargadero Mineral de Olabeaga, será explotada por el restaurante Astillero Euskalduna. Se trata de una iniciativa pionera a nivel estatal que cuenta con el apoyo de las diferentes administraciones competentes, si bien algunos detractores cuestionan la falta de sensibilidad que ha permitido la edificación de la instalación sobre restos con valor patrimonial.

Con disposición para veinte o treinta mesas, la terraza de 150 metros cuadrados se alzará sobre nueve pilares que sostendrán unas vigas a las que se atornillará una superficie de madera. El perímetro estará circundado por unos paneles acristalados con imágenes del cargadero. “Esta semana terminaremos con la estructura, la siguiente se pondrá la superficie, y la siguiente, los cristales. La dificultad de la construcción consiste en que tenemos que trabajar con marea baja”, explicó Javier López, ingeniero de Ingeport, promotora de la iniciativa, quien aclaró que se trata de una forma de “rendir homenaje póstumo al Cargadero de Olabeaga, y desde su emplazamiento, erigir otra estructura con distinto cometido”.

El proyecto fue presentado a Costas en octubre de 2012, aunque no fue hasta noviembre del año siguiente cuando consiguieron todos los permisos. “La singularidad de la iniciativa y el estudio de su viabilidad nos ha llevado a retrasarlo”, explicó el diseñador, quien corroboró que “la concesión del espacio público marítimo terrestre también lleva mucho tiempo”. En ese sentido, López destacó que se trata de un proyecto sin igual en el Estado. “Es una inversión de negocio difícilmente comparable”, consideró. Sin embargo, el joven ingeniero opinó que no tardarán en sumarse iniciativas similares, ya que “los servicios y el turismo han cogido el testigo a nuestro pasado industrial”.

En consonancia con el Ayuntamiento de la villa, que en reiteradas ocasiones ha mostrado su disposición para impulsar actividades de ocio en la ría, el promotor aseguró que “Bilbao ha vivido siempre de espaldas a la ría, por lo que iniciativas de este tipo fomentarán sus virtudes”. Entre las bondades del proyecto, López, quien dirige el diseño junto a su socio Óscar García, subrayó que “eliminarán el riesgo de colisión existente para las embarcaciones, se incrementará el servicio de hostelería de la zona y se embellecerá el paisaje”.

PATRIMONIO “Lo único que hemos hecho ha sido aprovechar unos cimientos que no se derruyeron; de ahí a casi decir que hemos hormigonado la Capilla Sixtina… Es una pena que derruyeran el cargadero, pero la terraza no tiene nada que ver”, señaló López respecto a la demolición, en los años 70, del cargadero construido en 1894 por la Compañía del Ferrocarril de Bilbao a Portugalete para transportar mineral. Los promotores de la iniciativa sostienen que no tiene sentido “oponerse porque había unos restos que lo único que hacían era llenarse de basura y sedimentos”.

Los ingenieros se refieren así a las críticas recibidas por la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, que a través de un comunicado, denunció la actuación, alegando que “es difícil de entender”, ya que dichos restos arqueológicos “forman parte del devenir histórico e industrial de Bilbao”. Desde la asociación defienden que los elementos portuarios e industriales “deben ser mantenidos para salvaguardar su valor de conjunto”, ya que “junto con otros elementos de la ría, nos ayudan a interpretar el pasado industrial de Bilbao”.

Por su parte, fuentes de Demarcación de Costas del País Vasco indican que durante la tramitación del permiso “se solicitaron informes a diferentes administraciones”. Tras estudiar el proyecto desde la perspectiva de la inundabilidad (Gobierno vasco), de la urbanística o de la protección cultural (Ayuntamiento de Bilbao), de las medioambientales (compartidas por Gobierno vasco y Diputación Foral de Bizkaia) y de las afecciones a la navegación (controladas por Capitanía Marítima y Autoridad Portuaria de Bilbao), “se abrió un plazo de alegaciones”. Al no constar informes desfavorables ni demandas de particulares “sobre un posible valor de los restos de cimentación”, el permiso fue otorgado, considerando que cumplía “con todos los requisitos”.