El sol en Agosto, desde Olabeaga
Ciertamente, el sol, de pura belleza, se sale. Hay tantos matices, tan sutiles evoluciones del azul al violeta, que una se quedaría a habitar allí, donde el sol y el mar se besan.
Lo cierto es que el cielo, el mar y los atardeceres son bonitos los mires por donde los mires, con y sin nubes.
Y como prueba, este cielo limpio, sin nubes, ardiendo allá al fondo y dejándose fotografiar desde su balcón, por esta voyeur de una noche que se viste de gala.
Salud, cultura, anarquía y bellos atardeceres contemplen ustedes, y si es junto a la persona amada, mejor.