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La industria naval en Bilbao y su ría en el siglo XV

La industria naval en Bilbao y su ría en el siglo XV

Astillero de La Salve. Bilbao. s XIX

Hace unos meses llegó a la biblioteca de mi casa un libro estupendo que habla de una parte muy importante para la economía vasca como es la industria naval. No corren buenos tiempos para el astillero de La Naval, en Sestao. Y pienso que debería hacerse un esfuerzo importante para garantizar su viabilidad. Si se salvan entidades financieras con dinero público, ¿por qué no echar un cable a la industria pesada, a la poca que queda? ¿Sólo son rentables los bancos? ¿Y a quién van a financiar cuando los saneen? ¿O esperan que la cosa se derrumbe aún más para garantizar beneficios a futuro? Buscar contratos, firmarlos y fabricar buques que saldrán de una ría que acumula una sapiencia contrastada de siete siglos en el oficio. Perder eso sería de locos y ya no caben más palacios de congresos.

El libro en cuestión se titula La industria naval vizcaína (anotaciones históricas y estadísticas), está escrito por Teófilo Guiard y Larrauri, Doctor en Filosofía y Letras, Catedrático de la Academia de la Historia y cronista de la Villa de Bilbao. Fue impreso en 1917 por Bilbaína de Artes Gráficas – J. J. Rochelt y publicado por la Sociedad “Compañía Euskalduna de Construcción y Reparación de Buques”, más conocida comoAstillero de Euskalduna.

Sabiendo que parte de los que visitáis este blog sois aficionados a la navegación, o a la construcción de artefactos deslizantes de algún tipo, o a la historia, o a todo aquello que tenga relación con el mar, además de algunos bilbainos, y advirtiendo lo mucho que he disfrutado con la lectura y las viejas fotografías de dicho libro, me he decidido a transcribir algunos párrafos y a reproducir algunas imágenes. Es un libro del que se hicieron pocos ejemplares y la Compañía Euskalduna es patrimonio de todos, así que no cabe acusarme de pirateo.

La transcripción de los párrafos seleccionados es literal, ciñéndome a los datos sobre el siglo XV y parte del XIV. Las imágenes corresponden a finales del siglo XIX y comienzos del XX.

Astillero de Mendiguren. Olaveaga. Bilbao. 1917.

LA INDUSTRIA NAVAL VIZCAINA, por Teófilo Guiard y Larrauri.

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La ventajosa y singular situación de su ría condicionó el asiento de astilleros en entrambas las riberas hasta el mar, en Portugalete, en Baracaldo, en Abando, en Deusto y en Bilbao principalmente. Sábese que en estas partes fueron construídas numerosas embarcaciones durante el lapso de aquella centuria (s.XIV), naves para las armadas castellanas y flotas de comercio: entrado el siglo XV comenzaron a superar a los astilleros de los otros puertos del Señorío.

Era a este tiempo Bilbao un puerto de ponderación mayor, con una aglomeración industrial suficiente. Circundado por abundantes bosques, los que proporcionaban material excelente para el obraje de navíos, poblado de ferrerías labrantes su territorio comarcano, defendido y cuidado el puerto, y consolidadas las instituciones comunales, Bilbao realza en este período los caracteres de una ciudad marítima perfectamente definida y en pleno vigor.

La referencia a fábrica de navíos en la villa, y en los astilleros dichos de su ría, se pone en la primera mitad del siglo XIV: en Bilbao se menciona el asiento de gradas en el Arenal; también se hace referencia al Guindaste, lugar principal donde se guindaban y masteaban las embarcaciones, en las Ibarras o Campo Volantín y la Grúa. En la flota armada contra Portugal, año de 1372, y con ocasión del sitio de Lisboa, 1381, se nombran concurrentes a naves labradas en Bilbao: las ordenanzas concejiles ajustada en 1399 en razón del viedo de vinos hacen indicación a navíos y pinazas propias construídos en estos astilleros. En 1400 comienzan ya las citaciones de las malandanzas, piraterías y merodeos, en que tanta participación tuvieron las naves y mareantes bilbainos.

Astillero de Mendiguren. Olabeaga. Bilbao. 1917.

Con el curso de la centuria XV absorbió Bilbao la significación mercantil de todo el Señorío. Solicitado a considerable comercio por la posesión de dos grandes productos, preciosos y de volumen, flete de salida, el hierro y las lanas, los que logró atraer en mucha proporción a su puerto, desenvolvió extraordinariamente el tráfico marítimo, abocando así la actividad derramada anteriormente en otros lugares vizcaínos.

Como se practicaba la exportación en naves propias, generalmente, esto obligó a sus mareantes a ser buenos constructores. Por otra parte se concretó aquí con la opulencia del trato una aglomeración de industriales, ancleros, cordeleros, fundidores y de otras artes de aplicación a la fábrica naval. Finalizando aquel período mostraba estas disposiciones para el obraje naviero: proporción de maderamen, telas, cordaje y fundiciones, numerosos los oficiales diestros, abundantes los caudales, mucha codicia marinera, y tal condición vecinal que no había morador sin inclinación o interés por la provechosa industria.

Faltábale recinto propio y capaz para establecimiento de grandes factorías. Los astilleros de la villa se mencionan puestos en el Arenal de ella, donde el paraje llamado rebal de sant nicolas y el astillero: tejavanas, estufas y edificios provisionales. Instalábase la grada a voluntad del constructor, en los suelos cuales quería, previa licencia del concejo, y concluída la botadura se obligaba aquél a reparar los desperfectos causados: también se usaba igual solicitud de permiso para publicar pregón llamando a los carpinteros quienes se comprometiesen a trabajar la nao hasta acabarla. El estilo de libertad de asiento en los prados y cama del Arenal, orilla del río y pregones, continuaba todavía en el siglo XVI.

Astillero de Olabeaga. En primer término, suelo del astillero de Garli, Deusto.

En la orilla izquierda de la ría, largo de ribera desde el viejo puente de San Antón, se mencionan estos astilleros durante los años del siglo XV; el varadero de Marzana, que eran suelo de la torre cabezalera del mismo nombre: el astillero de Basurto de Acha, tierras bajo la iglesia de San Vicente de Abando que luego se dijeron de Ripa por extensión del apellido de la casería de este nombre, y el de las junqueras frente a la Grúa, modernamente nominados “astilleros de la vega”, porque se llamó “Vega del Chimbo” al escudal de la denominada ahora “Campa de los Ingleses”: el astillero de San Mamés, donde después  la Troca, el de Ayeta y los pasos del antiguo Zubelasinguira, en Zorroza, que aquí fueron nombrados los astilleros del linaje de Axpe: el de San Nicolás de Ugarte y Portu y derrumbadero bajo de Rebonza, en Sestao, aparte Zubileta, Beurco y otros parajes del Cadagua y del Galindo donde se guindaba, masteaba y acostaba embarcaciones menores, notadamente arruqueros, que son gabarras, y bajeles para transporte de la vena. En Asua, orillas del Arriaga y boca de la ría donde se dijo luego “puerto real de Asua”, se labraban naves a tal tiempo del siglo XV, nombrados como armadores mayores los del linaje banderizo apellidado Asua, y también los de Martiartu: una referencia a Ibargüen anota fabricadas ahora en este puerto “muchas naos grandes y pequeñas”.

El obraje de naves en Abando aparece señalado como de importancia en toda época: ribera suficiente, mostraba facilidad para dicha fábrica, y por su proximidad a Bilbao ventajas en el acarreo de materiales, y profusión de oficiales: labrábanse embarcaciones de todo buque, mencionados ya en el tercio primero del siglo XV como poderosos armadores los de Basurto de Acha. Zorroza, excelentemente situado, fue a poco el más afamado paraje de astilleros, y en su tiempo la factoría mayor de la canal hasta el Abra.

Astillero de Ripa. Bilbao. s XIX.

De los astilleros de Deusto refiérese semejantemente: los suelos del escudal de San Pedro, el cabecero de la ermita de San Miguel y la torrentera de Luzarra, esta menormente señalada. Una citación del historiador Mendieta, de suficiente veracidad, refiere que en dicha anteiglesia moraba durante el final del tercio del siglo XV sobre veinte dueños y constructores de naos: decía consumida en el servicio real la flor de la tierra y comida por el mar; del largo de su ribera anotaba “se puede poner cien naos en la canal del río sin que la una haga perjuicio a la otra”. En 1428, referencia de archivo, se nombra al maestro constructor Juan Martínez de la Plaza: mediada esta centuria se señala a los Madariaga, Uribarri, Tellaeche, Luzarra y otros.

Portugalete pretendía rivalizar con Bilbao en importancia de flota: aderezó y masteó naves desde épocas remotas, y porque ejerciera alguna jurisdicción, carga y descarga y beneficio de montazgo sobre Santurce y los Concejos, y tomando por suyos los linajes de navieros cargadores y constructores de Musques, de Sestao y San Salvador del Valle y Somorrostro, disputó a Bilbao con ocasiones el título que retenía de “casa de registro principal y puerto de mar”. Con el final de la centuria XV se acusa en dicha villa un estado de prosperidad referido a la mucha actividad naviera: decía poseer más naos menores que Bilbao; y muchos de sus vecinos “tenían su caudal en navíos de que se valían para sus contrataciones de unas partes a otras”. …/… Una convención de paz ajustada entre dicha villa y la de Bilbao en 1463 hace referencia al continuado “monipodio” de Portugalete con los Concejos, contra los bilbainos y contra el poderoso linaje de Guecho y su comarca, desavenencias y contiendas sobre y en razón de derechos de barra y anclazón desde la punta de la Galea.

Astillero de La Salve. Bilbao. s XIX.

Podía decirse que era astillero todo el largo de entrambas riberas hasta el mar, según la noticia de construcciones en los referidos lugares y en otros de las anteiglesias costaneras. Los bajeles venaqueros y los arruqueros empleados en el gabarraje, numerosos en las postrimerías del siglo XV, chalupas, pinazas y lanchas y bateles, de servicio en la barra y pesqueros, sostenían una actividad constante, despalme, guindaje, ensebar y calafateo, en Luchana, en Arriaga, en Burceña, en Beurco, en la Valle, en Portu y en San Nicolás de Ugarte.

La diversa fábrica naval derramada en entrambas las orillas del río desde Bilbao al mar formaba a este tiempo del siglo XV un conjunto considerable. El fundamento de aquella industria no estaba respaldado en codicia de empresas transitorias: mantuvo un fuerte impulso por la existencia de una necesidad real, necesidad de naves para la exportación lejana, de embarcaciones para servicio de su puerto, atoaje y lemanes y gabarraje, y de bajeles de acarreo costero y con destino a la pesca. Parecidamente se advierte de los otros pueblos vizcaínos.

Ribera de Olabeaga. Bilbao. s XIX

Como había proporción de materiales suficientes y de calidad, hierro y bosques, dinero y estímulo, la industria naviera se desarrolló con grandes resultados. Comenzó a decirse de las fabricadas en los astilleros del Señorío que eran buenas naos y muy bien en orden: entrado el siglo XVI jactáronse de ser modelos en la construcción, primorosamente labradas sus naves, de gran facha, y buenas entradas y salidas de aguas, sólidas y de robusta vejez.

No es posible afirmar con certidumbre por los documentos hasta ahora conocidos el estado de adelantamiento de la fábrica naval vizcaina durante los siglos XIII y XIV…/… Los descubrimientos científicos que determinaron el poderoso avance del arte de la navegación durante los siglos XIV y XV no fueron hechos en Vizcaya. La ilustración constructora ascendió en el mezquino territorio lentamente, estacionaria por mucho tiempo, perpetuadas las formas simples suficientes para las menores exigencias. Llevaron su actividad de cara al mar centenares de generaciones, las que transfirieron en su gradera una ciencia naval creada en la constante y larga experiencia: pero por sobresaliente que se pretenda la inventiva de estos mareantes no se encuentra todavía fundamento para la afirmación común de un estado de ilustración naviera insuperable aun en época anterior a la Edad Media. Debieron su mayor cultura y pujanza en aquel arte, cuando la expansión natural histórica ofreció sus oportunidades, al comercio y trato con otros pueblos más adelantados. La aureola gloriosa se pone en la intrepidez pujadora y en la vigorosa inclinación para adoptar las invenciones cuales fueran.

Astillero de la Vega. Bilbao. s XIX.

.Fotografías de Mauricio de Zorraquín y Manuel Torcida.