En el siglo XIX las sirgueras, esposas de los soldados que combatían en las Guerras Carlistas, desempeñaron un papel muy importante en la economía familiar vasca, realizando el trabajo de la sirga, arrastrando aquellas pesadas embarcaciones, su trabajo era más rentable económicamente, para los contratadores, los sirgueros cobraban más, asi que las condiciones de explotación de aquel colectivo, eran además de la precariedad, fruto de algo que hoy se sigue produciendo, la acaparación de plusvalia por unos pocos.
En 1737 el Consulado de Bilbao establece las Ordenanzas, entre las que se encuentra la actividad de la Sirga, como modo de hacer en la actividad del gabarraje, una de las formas de arrastre de las gabarras, cuando los remos, velas o mareas no lo permitian, era la de arrastre mediante bueyes, los cuales uncidos, a través de una maroma, amarrada a la embarcación arrastraban a la misma.
Será en 1796 cuando cuando se escrituró el servicio de sirga, incluso se regulaba la aportación humana a la misma.
No obstante este gremio no concita en los libros de historia mención especial, solo se habla de las sirgueras en libros y textos, en notas al margen, hay que diferenciar entra la actividad de la “Sirga” y las “Sirgueras” como grupo social, la primera existe en cualquier lugar donde haya rio, o donde haya embarcaciones que atoar (arrastar), asi el camino de sirga es un termino recogido en todas las instituciones lingüisticas (Castellana, Argentina, etc.), en cuanto al segundo la actividad, a menudo recibia terminos descalificativos, por algunos grupo sociales de la época, eran denominadas “ganapanes” o “mozas de cordel”, y realizaban un trabajo duro e ingrato, con riesgo para su propia integridad física.
El camino de sirga según el Código Civil en su articulo 553 dice que “los predios contiguos a las riberas de los rios navegables y flotables además de otras servidumbres lo están a ésta que no es otra cosa que dejar un espacio de sesenta centímetros para la maniobra con la sirga o amarra que sujeta la embarcación a la orilla”. En el año 2003 se produjo un contencioso entra los pescadores de angulas de la ria de butron y el propietario de un molino, por haber cerrrado el paso con una alambrada, el contencioso derivo en un expediente sancionador contra la propietaria, la base juridica de aquella denuncia hacia referencia a una Ley en vigor que exigia “…que permanezca abierto de manera constante el accesoa a una franja de terreno en paralelo y colindante al cauce del rio…”.
Sin embargo si se desarrolló durante 4 años una iniciativa, que en homenaje a la mujer trabajadora, partió de la iniciativa del colectivo “Jentilak”, en el año 2003, este grupo, fruto de una anterior labor de investigación, que nace a raiz de una reflexión, tras visualización del cuadro “La sirga”, del pintor Anselmo Guinea, en el cual representa a unas mujeres tirando de una maroma, llevó por un lado a la edición de un libro, cuyo título fué “Las Sirgueras de la Ria de Bilbao” de Imanol Barberia, teatralizando aquella actividad.
La presentación de aquella iniciativa corrio a cargo de Iosu Bolomburu y Imanol Barberia, del colectivo “Jentilak”, quien realizaria la labor de asesor, que junto a algunos colectivos del barrio, participaron de forma desinteresada, como los grupos de Dantza Zasi Eskola (Romo) y Berantzagi (Areeta, Txato Sellan realizó el estudió de la vestimenta de época), la Coral Ondarreta, el Otxote de Romo y la participación profesional de Getxoko Anterki Eskola, que preparó un guión adaptado por Arantza Yurre con coreografía de Aintza Uriarte y un elenco de actores profesionales y amateur, realizaron la representación de dicha obra teatralizada, a la que dieron el nombre de “Zirgariak”.
El texto de aquella representación, seguia el relato de una noticia aparecida en el “Noticiero Bilbaino”, el 14 de Marzo de 1879, que bajo el titulo de “Capitulo de Brutalidades”, relataba el accidente sufrido por una sirguera (ver foto inferior). Es vergonzoso que en aquel episodio, quienes asistieran a accidentada fueran, un gabarrero, un herrero y su familia, y no sus contratadores.
Su primer acto consistió en el arrastre del “Saltillo”, con desembarco de autoridades y mercancias, representación del accidente de la sirguera. En el segundo acto se representaba el traslado de la herida por la calle Mayor de Las Arenas. En el tercer acto conversación de la sirguera con un periodista, solidaridad de sus compañeras y acto final del acuerdo con el capataz, todo ello aderezado por coros, dantza, txalaparta y txistu. La representación final de la obra se hizo en una carpa en la Plaza de la Estación, por primera vez, el día 20 de Septiembre del 2003. Se siguió representando durante 4 años, al fin de los cuales Imanol Barberia presentaria su libro y pelicula sobre el tema, la cual tuvo su anecodota, querian hacer un corto pero les salio tan larga que no pudieron presentarla al certamen de cortos.
La BBK ayudó a publicar aquel libro “Las Sirgueras de la Ria de Bilbao”, dentro de su colección “Temas Vizcainos”, se puede decir que este libro es el primero que no trataba a aquellas mujeres como “Notas al margen”.