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El Italica, primer buque de vapor de la naviera Ybarra y Cía

Ybarra y Cía 

(Este artículo está tomado de la magnífica web BUQUES.ORG)

Esta compañía tuvo su origen en 1843 en Sevilla cuando José María de Ybarra y Gutiérrez de Caviedes (de origen bilbaíno) estableció una línea regular entre Bilbao y Sevilla con un pequeño velero llamado Dolores en honor a su esposa. Poco después compró dos más para consolidar la línea, llamados Ceres y Basilia.

Posteriormente, en 1860, junto con socios bilbaínos y sevillanos fundó una naviera domiciliada en Sevilla, denominada José María de Ybarra y Compañía, para adquirir vapores para el tráfico regular de cabotaje entre puertos peninsulares. Tres años después se creó la Compañía Vasco-Andaluza de Vapores, también domiciliada en Sevilla, con un capital social de 810.000 pesetas
En diciembre de 1872 se liquidó la sociedad y su flota fué vendida en pública subasta, quedándose con ella Ybarra y uno de sus socios. En enero de 1878 se constituyó la Compañía de Navegación La Vasco-Andaluza, que tenía como accionista mayoritario a Eduardo Coste Vildósola, que en diciembre de 1881 se transformó en José María de Ybarra y Compañía, S.C. al adquirir este la mayoría de las acciones. Durante los cambios de accionariado y nombre las navieras siempre estuvieron domiciliadas en Sevilla.
En julio de 1885 la naviera tomó el nombre que llevó por más de cien años: Ybarra y Compañía, empezando desde entonces a bautizar sus buques con nombres de cabos. El primero fue el Cabo Machichaco, de triste recuerdo en Santander ya que el 3 de noviembre de 1893 causó la mayor tragedia sufrida por la capital de Cantabria cuando explotó mientras realizaba operaciones en su puerto, causando unos 600 muertos. Entre ellos se encontraban casi todas las autoridades y parte de las tripulaciones de otros buques surtos en el puerto, como el Alfonso XIII. La explosión se debió a un incendio que hizo explotar la dinamita que transportaba.
Durante su existencia pasó por distintos avatares, siendo su peor época la Guerra Civil ya que durante ella perdió seis buques. Pero la pérdida de barcos era un hecho frecuente cuando no había ayudas a la navegación eficientes y por tanto era habitual estar en el sitio equivocado cuando la lluvia, niebla, etc, impedían situarse adecuadamente.
Durante mucho tiempo su actividad principal fue el tráfico regular de cabotaje, y en algunos casos gran cabotaje. En 1922 firmó un acuerdo con Trasmediterránea y Ramos para formar una conferencia de fletes, repartiéndose las cargas disponibles según unos porcentajes acordados y cobrando unos precios establecidos. Poco más tarde Aznar empezó a competir en ese tráfico y en 1930 se firmó un nuevo acuerdo en el que Ramos quedó excluida, pues no disponía de la potencia suficiente para poder participar. En ese nuevo acuerdo quedaron las otras tres navieras, pero en 1935 Trasmediterránea se desligó de él, quedando Ybarra y Aznar como únicas navieras integradas en esa conferencia, aunque la participación de cada una de ellas varió con los años según se negociaron nuevos acuerdos. La conferencia, que tenía por nombre Servicios Mancomunados de Cabotaje, se disolvió en 1966 al ser imposible competir con el ferrocarril y carretera, que habían alcanzado gran desarrollo. A pesar de no ser socio de esa conferencia Ramos mantuvo durante muchos años un acuerdo con ella para las cargas de la línea Barcelona-Málaga, con algunos puertos intermedios, que esa naviera había atendido desde época muy temprana.
Durante la Primera Guerra Mundial, en 1916, empezó el tráfico trasatlántico, tanto a Estados Unidos como a Sudamérica, pero en viajes esporádicos.
En 1919 estableció la línea regular a Estados Unidos para el transporte de carga general, aunque quizás con una cantidad limitada de pasajeros ya que muchos barcos tenían disponibilidad para un pequeño número, inaugurándola con el Cabo Cervera. Esta se suspendió en 1932 debido a la crisis, y por tanto falta de cargas, producida por la Gran Depresión.
En 1927 estableció la línea regular a Sudamérica, en este caso con pasaje y carga general. El buque que inauguró la línea fue el Cabo Tortosa. Debido a la gran demanda muy pronto incorporó buques con gran capacidad de pasaje. La llegada de la aviación a gran escala hizo que la línea regular de transporte de pasajeros finalizase en 1976, con la venta de los dos únicos trasatlánticos que tenía en esa época: Cabo San Vicente y Cabo San Roque. Ya hacía unos años que sólo realizaba unos pocos viajes al año, utilizandolos durante los veranos austral y europeo para realizar cruceros por sus zonas respectivas, incluyendo cruceros a la Antártida, en los que fue precursora.
A partir de entonces siguió con el tráfico de carga general en la línea Europa-Brasil-Río de La Plata, que era la única que conservaba. Tuvo tiempos de mucho esplendor, aumentando la carga transportada cada año, especialmente desde que Aznar dejo la línea en 1968. En la década de 1980/90 se fue quedando sin espacio debido a la progresiva y rápida implantación de los contenedores y los buques especializados en su transporte.
En 1989 se quedó sin flota propia, sólo con barcos fletados a casco desnudo. La naviera alemana Hamburg Sud compró el 50% de su accionariado realizando el transporte en sus buques portacontenedores cuando Ybarra dejó de operar buques. En 2008 esta naviera se hizo con el 100% de las acciones quedando Ybarra y Cía como nombre comercial de Hamburg Sud.

Italica

Este medallón se regaló o vendió en el Cabo San Vicente. Conmemoraba el centenario del primer buque de vapor que tuvo la naviera, el Italica. Fue encargado a los astilleros Wingate, situados en Glasgow. Tenía 48,8 metros de eslora; 7,6 de manga y 3,4 de puntal; con capacidad para cargar 382 TM. Su máquina alternativa compound de 50 C.V. le daba unos 7 nudos.
Como se ve en el medallón era en realidad un buque mixto de vapor y vela, que debía ayudarse mucho con estas cuando el viento era favorable; o si le fallaba la propulsión, hecho frecuente en aquellos tiempos. Fue vendido en 1883 a una naviera italiana.

Atracado en Santander, en la machina de la Grúa de Piedra.

También en Santander, atracado junto a su compañero de contraseña Triana

El mismo año de la venta del anterior la naviera tomó entrega de otro buque al que se dió el mismo nombre. Fue construido en el Reino Unido en 1883 para José María de Ybarra y Cía, S.C. Pasó a integrarse en Ybarra y Cía al fundarse esta y navegó en el cabotaje peninsular hasta enero de 1922, cuando se hundió en las Islas Cíes. Acababa de salir de Vigo y debido a la niebla encalló, abriéndosele una vía de agua que hizo que se hundiese rápidamente. Por fortuna sin daños personales.

Esta foto está tomada en Alicante, y se puede ver lo que era la ciudad en esa época.

Astillero / Año J.L.Thompson & Sons / 1883
Peso Muerto 1.267 TM
Registro Bruto 1.070 TRB
Eslora 67,1 metros
Manga 9,5 metros
Puntal 5,0 metros
Propulsión Alternativa compound
Potencia 514 C.V.
Hundido 1922