Escrito presentado al Área de circulación del Ayuntamiento de Bilbao
Escrito presentado al Área de circulación del Ayuntamiento de Bilbao
Por la presente queremos poner en su conocimiento una situación que se repite y crece cada día, desde que se pusiera en marcha el nuevo bidegorri que conecta el final del barrio de Olabeaga con Zorroza.
La apertura de esta nueva zona de esparcimiento ha propiciado el tránsito continuo tanto de paseantes como de cicloturistas por el Muelle de Olabeaga, alcanzando su máxima utilización los fines de semana.
Sin embargo, este vial, que discurre entre el Puente de Euskalduna y el nuevo Paseo es rodado, cuenta con una acera muy estrecha y, además, desde el Bar Noruego, es de sentido único. Como es lógico, dado que el paseo natural discurre a pie de ría, las personas que lo utilizan no atienden a la señal de prohibición situada en dicho punto y siguen su camino por dirección prohibida hasta alcanzar el bidegorri.
Esto, unido al importante tráfico rodado que se produce en el entorno, por la afluencia de gente a los columpios situados junto a la entrada del carril bici, ha convertido la zona en una situación de alto riesgo, tanto para cicloturistas como para conductores de vehículos y peatones que deben compartir un precario espacio que no responde en absoluto al uso que se demanda.
Las personas que vivimos en Olabeaga vemos que esta situación puede acabar en un desgraciado e involuntario accidente cualquier día de estos. Dado que son familias enteras, incluidos niños y niñas, quienes utilizan este estrecho vial para disfrutar del nuevo bidegorri.
Ante esta situación solicitamos la intervención urgente del Ayuntamiento adecuando el Muelle de Olabeaga a esta nueva situación de forma preventiva y no después de que se produzca algún incidente, como suele pasar en estos casos. No se trata sólo de evitar que la gente vaya por dirección prohibida, sino de facilitar una conexión digna y segura para la ciudadanía entre el bidegorri que enlaza el Puente del Arenal y el Museo Marítimo y el que enlaza Olabeaga con Zorroza.
Olabeaga Bizirik
16 de octubre de 2009
En esta cuestión hay dos puntos claros:
1. El Ayuntamiento ha creado una nueva zona de esparcimiento de forma aislada y ha actuado con falta de previsión. ¿Cómo pensaban que la gente iba a llegar a este bidegorri? ¿con la bicicleta al hombro? Desde luego, que el camino señala claramente una dirección prohibida pero, como pone en el escrito, el paseo natural discurre paralelo a la ría y, además, el ‘legal’ no está exento de peligro, porque los coches que salen del túnel desde el Camino de la Ventosa van, en el 90% de los casos, a toda leche.
2. La gente es muy irresponsable. Pase que vayas por dirección prohibida, pero pegaditos a la acera, por favor y de uno en uno. Porque no sé por qué tipo de ley no escrita, cuando van más de uno, se sitúan a ambas partes de la calzada cuando te ven llegar de frente en el coche. ¡Todo lógica, vamos!
Tema menores: Los fines de semana es habitual ver la bucólica estampa de mama pata, papa pato y patitos varios, menores de siete años la mayor parte de las veces, lanzarse por la dirección prohibida en lo que consideran un ejercicio de vida sostenible y hábitos saludable. Por dirección prohibida pero, eso sí, perfectamente pertrechados con cascos, rodilleras y todo tipo de elementos de seguridad que marca la normativa y, que por cierto, en caso de ser zumbados por un vehículo sólo les van a servir para que se les reconozca por el color.
La otra opción, que también se estila mucho, es la misma caravana infantil por la acera que no da ni para que se crucen dos personas. Yo he visto niñ@s atropellando a peatones para poder seguir la comitiva familiar.
En fin, el Ayuntamiento tiene que actuar con urgencia. Bien acometiendo la peatonalización total de este tramo (se puede abrir la carretera por la antigua via de Renfe) o bien con el establecimiento de un carril bici. Pero, desde luego, la tirita habrá que ponerla antes de la herida. Y, en este caso, la herida puede ser muy dramática.
Es que hablamos de personas adultas, que, encima de ir acompañadas de criaturas, te miran «como las vacas ven pasar los trenes» (qué dicen estos paisanos!).En la curva cerrada de Chopos he estado a punto (claro, el coche es culpable, fuerte, pobres cicloturistas!) de provocar una tragedia, debido a la poca visión.
A todo esto, por las aceras también acuden raudos a la llamada del gozoso Paseo Marítimo.
El asunto es tan importante, que la nula (espero que no) actuación del Ayuntamiento empieza a cansar.
Un saludo.