El pequeño tragavientos ANGELA MARIA nació en Olaveaga en el año 1904. Después de una vida de aventuras –como la de todos los veleros sin propulsión propia– se vino a la contraseña de Barcelona en el año 1948, pasando a llamarse AVENTINA MASIQUES y, tras la instalación de un motor, y la modificación del aparejo, convertirse en un pequeño motovelero que faenaba regularmente por la costa del Mediterráneo español.
El señor Juan Mari Martin Rekalde nos envía la copia –o resumen- de la hoja de asiento del buque, en la que se anota lo siguiente:
…”Bergantín-goleta ANGELA MARIA.

Fue construido en Olaveaga (Bilbao) por D. Domingo de Mendiguren y Goicoechea.
Terminado y abanderado en Bilbao el 12 de octubre de 1904
Por Real Orden de 5 de noviembre de 1904 se le asigna numeral HCKL
Casco de madera: Eslora: 24,55 metros; manga: 6,74 metros; puntal: 2,36 metros; registro bruto: 95,45 tons.: registro neto: 67,55 tons.
Sus armadores fueron varias personas aunque Domingo Mendiguren era el de mayor número de acciones.
El 9 de julio de 1920 le cambian el aparejo de bergantín goleta por el de pailebot
El 20 de mayo de 1927 le cambian la señal distintiva por HCPK.
Por el artículo 5º de la ley de 1938 (Boletín Oficial Nº 502) queda intervenido por el Estado Nacional.
A 10 de marzo de 1948 pertenece a la Compañía Anónima Mercantil “Industrias y Concesiones S. A.” (I. C. S.A.) Domiciliada en Barcelona.
El 23 de agosto de 1948 le instalan un motor marino diésel M. W. M. patente Benz tipo R. H. 235 D de tres cilindros Nº 111258, con una potencia de 120 caballos.
23 de agosto de 1948 pasa a la propiedad de D. Miguel Masiques Tabés quien el 15 de octubre del mismo año le cambia el nombre por el de AVENTINA MASIQUES asignándole el numeral EANJ
El 9 de noviembre de 1948 pasa al folio 388 de la 2ª lista de Barcelona dándose de baja en Bilbao”…

En efecto, el buque había dejado la matricula vasca para venirse a la catalana.
En un excelente estudio titulado Masiques (1890-2005): Apuntes para una historia de empresa, publicado en la revista Drassana, número 13, del Museu Marítim de Barcelona, en el año 2005, el historiador Enric García Domingo, sobre este buque, cita:
…”Dos años más tarde, en 1948, fue comprado el ÁNGELA MARIA, un motovelero construido en Olaveaga (Bilbao) en el año 1904. Tenía 25 m de eslora, 7,20 m de manga, 2,97 m de puntal y 123,57 toneladas. Recibió el nuevo nombre de AVENTINA MASIQUES”…
Sobre la compañía, también cita:
…”De forma paralela, el 28 de diciembre de 1965 se constituyó otra empresa, la “Sociedad Naviera y Comercial Masiques S.A.”, que se hará cargo de la gestión de flota. Las embarcaciones que estaban todavía en activo fueron incorporadas a dicha sociedad y cambiadas por acciones, en función de la valoración que se hacía de las mismas: el ASUNCION MASIQUES (1.400.000 pesetas), el AVENTINA MASIQUES (575.000 pesetas), JOSE MIGUEL MASIQUES (750.000 pesetas), el MONTJOY (1.250.000 pesetas) y finalmente el AVENTINA FURNE, valorado en 3.000.000 de pesetas”…
Sobre el final del buque, Enric García cita:
…”En junio de 1968 fue vendido a “Canicio S.A.” por 500.000 pesetas, y después de unos años de abandono se hundió finalmente en Sant Carles de la Ràpita en 1974”…
En las hemerotecas encontramos lo siguiente:
Las singladuras de estos veleros, sin propulsión mecánica, estaban siempre expuestas a sustos. En malos tiempos, cualquier retraso en su llegada a puerto traía malos presagios. Asi, en el diario El Eco de Navarra, en su edición de 30 de diciembre de 1904, se anotaba:
…”A causa del mal estado del mar en los días pasados se creía que había sufrido algún percance la goleta ANGELA MARIA, pero ayer noche arribo a este puerto (Bilbao) después de haber realizado un viaje arriesgado”…
El 19 de abril de 1909 partía de Cádiz, en dirección a Zumaia, con un cargamento de sal, y el día 21 junio llegaba de nuevo a Cádiz, con cemento, desde Zumaia. El 25 de ese mismo mes salía para Lekeitio con sal. Poca broma estos viajes por la costa de Portugal y el Cantábrico. Marinos de buen temple y salitre en las pestañas eran necesarios para gobernar estos buques por aquellas aguas. El 7 de septiembre de 1909 volvía a Cádiz, desde Zumaia con su habitual cargamento de cemento. Es decir, como muchos pequeños veleros, se dedicaba al flete pobre (Fuente: Diario El Demócrata, de Cádiz, de varias ediciones)
El 26 de marzo de 1910, estando atracada en Alicante, ocurre una desgracia estúpida. Un tripulante de la goleta, Lorenzo Tomeo, resulta gravemente herido por un disparo realizado desde la cubierta del vapor CULLERA por un marinero irresponsable (Fuente: El Imparcial. 27/3/1910, página 1)
El 13 de junio de 1919 sale de Bilbao en dirección a Pravia en lastre, y el 31 de julio de ese mismo año sale hacia Gijón, desde Bilbao, con mineral de hierro.
En la hemeroteca de La Vanguardia aparece frecuentemente citado (desde 1949 y curiosamente citado a veces como Aventino), y es que el buque centraba en Barcelona sus operaciones y tráfico, llegando hasta Almería, con cemento, Motril, trayendo a Barcelona cascara de almendra, a Argel, con material de construcción, loza y porcelana, a y desde las Baleares, con general y sal, a y desde Cartagena, con general y esparto, Sant Carles de la Rápita a por sal, Cette y Port Vendres, con general, Palamós y Sant Feliu de Guixols, con diferentes cargas, generalmente corcho, y algún que otro viaje extraordinario a Larache, Huelva o Sevilla, pasando el estrecho. Las cargas máximas, cuando estas lo permitían por volumen, eran de 185 toneladas.
Los últimos años bajo la contraseña de Masiques los pasa, exclusivamente, en el tráfico con las Balears. Palma, Ciutadella, Sant Antoni, Ibiza, Maó y demás pequeños puertos baleares, son trillados con pequeñas cargas, casi todas para la construcción, por este pequeño motovelero.
Tas su venta a Canicio S.A., cambia sus singladuras al trafico costero desde Sant Carles de la Rapita a Barcelona.
El 18 de septiembre de 1968 estaba amarrado en el muelle de San Beltrán, Barcelona, y a partir de ahí no tenemos más noticias.
José Huertas Morión, en su libro Los Motoveleros. El final de una época, cita:
…”Como caso curioso, todos los moto-veleros de la casa Masiques, llevaban de mascaron de proa, la fura de un hipocampus o vulgarmente llamados caballitos del mar”…